Como siempre, sigo en mi idea de la Educación como el único arma que puede salvar La Civilización, el Planeta, porque necesitamos un cambio de actitud en la visión hacia la que ha desembocado la Humanidad en general, sobre todo el mundo que llamamos "Civilización Occidental".
Comencé en este mundo de la Educación Especial, desde muy joven, siendo estudiante de Bachillerato, me asocié a una institución para disminuidos físicos y psíquicos que había en mi ciudad, Úbeda, pero fue estando ya trabajando en uno de los centros Públicos donde fui adscrita como especialista de Educación Especial, cuando comencé a decirme que "algo raro está pasando", porque los aprendices con los que comenzaba a encontrarme para atender, presentaban unas características concretas, cuyas causas, eran desconocidas en muchos casos, y en otros eran evidentes y, también atípicas en aquella época, como fue el caso de un aprendiz al que se le diagnosticó S. Hospitalario, a pesar de no haber estado hospitalizado en ocasión alguna, pero que sin embargo las relaciones familiares se limitaban a tenerlo delante de una "Videoconsola", como más tarde descubrí. Más tarde proliferan los casos de TDAH, TGD, un "saco roto", como le llamo, cuando nos encontramos aprendices que rompen normas, inquietos, "que nos interrumpen en clase continuamente", no nos hemos parado a pensar, que en la mayoría de los casos, es sencillamente una manifestación de la situación emocional por la que pasan.
Luego los casos con dificultades de acceso al aprendizaje y de comunicación se han multiplicado, somos muchos los profesionales que nos preguntamos las causas, aun sabiendo la respuesta, los múltiples factores que caracterizan a esta sociedad Occidental dexcontextualizada, principalmente, como yo denomino a esta situación.
Todos mis aprendices conocen un hecho que yo les comento casi constantemente, desde diferentes planteamientos, "tenemos que alimentar tres terrenos en nuestra persona, la cabeza, el corazón y el estómago" y continúo preguntándoles cómo se puede hacer, si es que piensan como yo, lógicamente, sé que van a estar de acuerdo con eso que yo les planteo como una "hupótesis" cuando comienzo a trabajar con ellos. Lçogicamente ellos buscan las respuestas, con lo que se ven implicados en la actividad que planteamos, de una forma más natural y racional, porque saben que el aprendizaje y la cultura es el alimento de la mente.
Por supuesto, nuestra forma de trabajar inclusivamente, con una metodología socioconstructivista, ofrece la posibilidad de trabajar los tres terrenos, y ser los aprendices quienes lo "labren", veánse los ejemplos en las diferentes páginas de este blog.
La sonrisa de felicidad de un aprendiz mientras trabaja, es un tesoro!!
Tenemos claro que no es la situación ideal la que vivimos en los centros educativos, por muchos motivos, pero podemos acercarnos a esas situaciomes de aprendizaje si modificamos nuestro pensamiento. Puede ser como un granito de arena en una playa, o una estrella en el firmamento, pero al menos es un atisbo de cambio.
He encontrado en REEVO, esta publicación recopilada y publicada con anterioridad, pero que creo va en consonancia con la necesidad de cambio educativo por el que debemos ir encaminados, para conseguir una sociedad más justa.
He aquí, la breve introducción a dicho artículo. (Clica en el mismo para leerlo).
Claudio Naranjo, psiquiatra y experto en materia educacional:
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