EN LAS AULAS INCLUSIVAS NO EXISTE BULLYING
El bullying es tema tremendamente preocupante para docentes y familias, pero lo más grave es que son nuestros estudiantes quienes lo sufren, generalmente de E. Secundaria.
La inclusión en las aulas trabajada desde la etapa de E. Primaria es una de las estrategias que llevan a eliminar el bullying, el acoso sistemático que sufren cada vez con más frecuencia muchos adolescentes.
Es por ello que son muchas las entidades y principalmente los Centros Educativos se están planteando organizar proyectos o tutorías en los que se trabaje y analice esta situación, El objetivo, concienciar a los estudiantes que esta actitud negativa sólo puede generar insatisfacción y malestar, a pesar de que el agresor en un primer momento sienta lo contrario. Se trata de que analicen el porqué de su actuación y busquen la solución.
La experiencia nos demuestra a todos los docentes que hemos y practicamos la inclusión, teniendo en cuenta que este enfoque supone un cambio metodológico, que este problema no se da entre nuestros estudiantes, por el simple hecho que desde los primeros niveles han compartido experiencias donde cada miembro del aula era pieza fundamental e importante para el grupo clase.
La inclusión existe y se da de forma natural en los cursos de Educación Infantil, estos pequeños estudiantes que comienzan a verse como seres independientes al mundo que les rodea, comienzan a relacionarse con sus semejantes indistintamente sin tener en cuenta diferencias ni discapacidades, sencillamente y sabiamente entablan relaciones adaptándose a sus interlocutores, baste comentarles las pequeñas diferencias que pueden observar, para que lo asimilen como un hecho más con los que se encuentran.
Es a partir de la Educación Primaria, y conforme se asciende en grados educativos aumenta proporcionalmente, cuando se produce la exclusión y la marginación entre estudiantes, a veces sin darnos cuenta, lentamente como un virus invisible. Realmente es difícil si no imposible, evitar este proceso en un sistema que lleva a la competitividad como eje primordial del sistema, una competitividad entre compañeros que genera sentimientos negativos y comentarios despectivos hacia todos aquellos que "no llegan" independientemente de las causas. Es difícil evitar la exclusión en un sistema donde los docentes carecen de recursos para cambiar las dinámicas que ofrecen a sus estudiantes en su objetivo de enseñar.
Es difícil evitar la exclusión con un modelo de vida en la que los estudiantes cuentan con escasos o ningún momento en el que pueda interactuar en su tiempo libre con sus iguales, con los vecinos y vecinas de la calle para jugar a sus anchas resolviendo conflictos y superando diferencias sin la intervención directa de los adultos protectores, y donde las relaciones que se producen se escuden en el espacio cibernético....
Ante un panorama de este calibre es casi natural, a pesar del rechazo evidentemente manifiesto, que se produzcan estas situaciones de bullying en las aulas, porque es el único lugar donde tienen relaciones un periodo de tiempo considerable y sobre todo cuando en éstas los aspectos cognitivos y conceptuales predominan legalmente establecidos, la competitividad es manifiesta y cuentan con unos recursos minimizados.
Sin embargo, existen experiencias, aunque escasas, que han demostrado que los estudiantes que trabajan de forma inclusiva desarrollan unos valores y una perspectiva de las personas que le rodean que difieren de la exclusión y que en cambio, ven y comprueban que esas diferencias enriquecen y ofrecen una visión más amplia de conocimiento al grupo, sus habilidades sociales se desarrollan paulatinamente a través de la experiencia, en la convivencia diaria que la escuela ofrece, teniendo en cuenta que cada estudiante tiene una historia individual, familiar en ocasiones negativa, por lo que estas experiencias compartidas son una vía de escape y ocasión para resolución de posibles conflictos emocionales. De esta manera, cuando llegan Educación Secundaria el respeto es el principio que envuelve el ambiente de estos grupos, con unos estudiantes que comparten y colaboran entre ellos, valorando las diferencias individuales como cualidad inherente del ser humano. El bullying, el acoso, la burla dañina, no se producen, es el mismo grupo quien las destierra. Este cambio metodológico urge.
Es un problema social que afecta a la sociedad en su conjunto, una sociedad cada vez más individualista y competitiva, es la sociedad en pleno quien se tiene que concienciar, que ante esta escasez de valores que sufren nuestros estudiantes, debemos actuar desde nuestros hogares, en nuestro entorno, y por supuesto apoyar un Sistema Educativo que posibilite a los docentes realizar su labor Magistral.
nos ofrece estos cortos para reflexionar sobre este problema (clica en la imagen)
Algunas de las experiencias inclusivas que he realizado con otros docentes en Primaria, las podéis ver en las páginas de éste mismo blog, os envío a ésta, clica, con ejemplos diversos.